Grupo Camarasa ha conseguido esta vez transformar un local frío y oscuro en un salón de peluquería, acogedor y con un estilo muy personal.
Se han utilizado materiales nobles, como el suelo industrial de hormigón fratasado, con un acabado de cera natural. También se han limpiado los pilares de hormigón para dejarlos en su forma original.
Para la zona de lavado e integración del espacio del aseo se ha optado por enlucir paredes y techo con microcemento de color gris, incluso la puerta corredera de acceso al aseo.
La climatización del local queda resuelta con tubo de chapa galvanizada y aislado en su interior para evitar condensaciones. De esta manera se ha conseguido integrarlo como elemento decorativo.
El mueble de trabajo, hecho a medida, está situado en el centro del local, utilizable así por ambos lados. Tanto el gran espejo, suspendido del techo, como la bancada de mármol negro intenso y estructura metálica lacada en negro mate de estilo minimalista, le transfieren al local un toque sencillo pero muy elegante.
A pesar de las pequeñas dimensiones del local, hay muchos detalles cuidados con esmero por su propietario que aportan al espacio elegancia y comodidad.
El resultado final, un salón con gran personalidad, acogedor y funcional, tanto para su propietario y equipo como para la clientela del mismo.